El mayor encuentro de profesionales del autismo a nivel nacional cumplió este mes la mayoría de edad, demostrando su madurez tanto en la calidad de los conocimientos compartidos como en el éxito de participación.

Del 17 al 19 de noviembre se dieron cita en León algunos de los mejores expertos sobre el autismo, tanto nacionales como internacionales, creándose un foro de aprendizaje mutuo, crecimiento e inspiración para todos los que allí se dieron cita.img_3902

Sirvió este encuentro, además, para afianzar nuestra relación y h      ermanamiento con la Asociación Argentina de Profesionales del Autismo (AAPEA), firmando un convenio de colaboración con ellos,  con el objetivo de estrechar lazos con nuestros compañeros de América Latina y aunar esfuerzos.

En esta cita se ha incidido en la evolución y la actualización, rompiendo con creencias preestablecidas y promoviendo el cambio y la evolución, con una evaluación continua de nuestros conocimientos y nuestras prácticas.

Peter Mundy abría el encuentro desgranándonos el concepto de atención conjunta y rompiendo con ideas sobre la ausencia total de imitación, apego o atención conjunta en el autismo, pero sí destacando que su desarrollo más empobrecido dificulta inevitablemente el desarrollo social y comunicativo.

Le seguía Gina Davies, que impartía también el curso previo al congreso, hablándonos de atención e interacción en el autismo, enfatizando el papel de las familias y nuestra responsabilidad, compromiso y respeto para con ellas. Davies aboga por un aprendizaje que se produce si la actividad es motivadora y no de otra manera.

“Las actividades que implican risas y diversión motivan y se recuerdan. Tenemos que pasarlo bien” (Gina Davies)

35 Comunicaciones expusieron lo más novedoso en cuanto a trabajos españoles sobre TEA, poniendo el foco en temas tan relevantes y actuales como las nuevas tecnologías, materiales y nuevas propuestas de intervención, la actividad deportiva, la edad adulta, vida independiente y empleo, la calidad de vida o los perfiles profesionales, sin olvidar la detección y atención temprana y las prácticas inclusivas.

Una nutrida sección de pósteres también demostraba el buen trabajo y la investigación que se está desarrollando en nuestro país.

Nuestro Socio de Honor Javier Tamarit abría el viernes haciéndonos reflexionar sobre nuestro trabajo y el funcionamiento de las organizaciones dedicadas a los TEA, reclamando una transformación en nuestro trabajo, orientarnos hacia  la persona y abandonar los enfoques centrados en los déficits.

Este congreso también ha destacado por un éxito sin precedentes en cuanto a la presentación de trabajos de investigación y buenas prácticas a los Premios Ángel Rivière, que se celebran desde 2002, siendo un claro indicador de la proliferación de nuevos conocimientos y proyectos en torno al autismo. No dejéis de consultar EDUTEA y ENCO, los trabajos premiados, en nuestras actas.

Adam Feinstein compartió con nosotros su apasionante viaje a través de la historia del autismo, presentando la versión española de su libro “Historia del autismo. Conversaciones con los pioneros”  en este congreso.

La mesa redonda nos acercó a la actualidad del autismo de la mano de grandes expertos españoles. José Ramón Alonso, Mercedes Belinchón y Berta Salvadó nos pusieron al día de la actualidad de los TEA desde el nivel neurobiológico a la práctica en intervención, pasando por los principales hallazgos psicológicos.

El viernes por la tarde disfrutamos de distintos talleres y seminarios que daban respuesta a distintos temas de actualidad en el autismo y abordaban temas tan apasionantes como los relacionados con las mujeres con TEA, aspectos clínicos como la ansiedad y TOC o los síndromes asociados, un interesante seminario sobre intervención en contextos naturales a cargo de Robin McWilliam y Margarita Cañadas, los todavía desconocidos aspectos sensoriales en el autismo, la práctica en cuanto a materiales educativos o la orientación laboral.

El sábado, Perter Vermeulen nos expuso dos propuestas reveladoras: la ceguera al contexto de las personas con TEA y no la ceguera a las expresiones emocionales seríimg_4073a la responsable de las dificultades para interpretar el entorno social. Por otra parte, abordó cómo lograr la felicidad en las personas con TEA, que no supone evitar retos y desafíos, y  que pasa, inevitablemente, por tener en cuenta a la persona con TEA, sus preferencias y sus deseos.

Liz Pellicano proponía  “Un nuevo plan para la educación en el autismo”:

“lo que beneficia al alumnado con TEA en el aula muy probablemente beneficia también a sus compañeros” (Liz Pellicano)

Rita Jordan destacó el enfoque en la persona con TEA, el respeto hacia ella y la humanidad en las intervenciones que, afirmaba “deben buscar su crecimiento personal y no ser un mero entrenamiento”.

Jordan nos introducía la última ponencia del congreso. Ros Blackburn nos emocionó y nos acercó verdaderamente al autismo desde su propia experiencia. Una persona brillante que reconoce sus dificultades y reclama el respeto a las decisiones y naturaleza propia de alguien con TEA.

En estos dos años hemos sido testigos de grandes esfuerzos por parte de muchas personas en la defensa de los derechos de las personas con TEA, haciendo posible la aprobación en Consejo de Ministros de la Estrategia Española en Trastorno del Espectro del Autismo, lo que ha supuesto un reconocimiento de los apoyos especializados necesarios para este colectivo y sus familiares, y un gran avance que esperamos se vea materializado en medidas concretas. Como profesionales que prestan estos apoyos, tenemos la enorme responsabilidad y el compromiso de guiar a las personas con TEA y sus familias hacia la inclusión, el bienestar y, en definitiva, hacia su calidad de vida.

Nos guía en nuestra práctica la defensa de los derechos de las personas con TEA, lo que nos mueve a buscar la continua actualización de los conocimientos y la calidad en nuestra práctica diaria, basada en prácticas basadas en la evidencia.

Estamos ante una época para la reflexión y la evaluación de nuestro quehacer, para no estancarnos en pasados modelos centrados en debilidades y en los que tanto la persona con TEA como sus familias eran sujetos pasivos, guiados por un profesional omnipotente, que tomaba las decisiones en un contexto aséptico y artificial. Debemos movernos hacia una real inclusión, enfatizando la importancia de la persona en su contexto, empoderando a las familias para enfrentarse a todos sus retos, y centrándonos en las capacidades, en los derechos y en el respeto a la persona.

También es un momento para prestar atención a colectivos menos visibles dentro de las personas con diagnóstico de TEA, como son las mujeres y la especificidad de su sintomatología, y las personas con TEA en la vejez.

La organización del XVIII Congreso AETAPI  ha sido el fruto del esfuerzo compartido, el compromiso y la suma de fortalezas de muchas personas. Somos un grupo profesional cohesionado, con ganas de compartir y aprender de los demás. Y lo hemos hecho: hemos aprendido, hemos bailado, hemos hecho magia, hemos hecho que el vino sea azul, hemos soñado juntos y hemos reflexionado sobre los nuevos retos que abordaremos desde el valor de la persona y la ética profesional.

El XVIII Congreso AETAPI ha evidenciado que juntos avanzamos en estos objetivos, que juntos, SUMAMOS FORTALEZAS.