Como cada año, el 2 de abril, el movimiento asociativo del autismo de todo el mundo celebra el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo con el objeto de sensibilizar a la sociedad sobre este tipo de trastorno y promover la inclusión social de las personas con Trastorno del Espectro del Autismo (TEA).

Este año, como el anterior, el lema “Rompamos juntos barreras por Autismo.  Hagamos una sociedad accesible” pone el acento en la accesibilidad de las personas con TEA, no solo desde un punto de vista de la accesibilidad cognitiva necesaria para poder comprender mejor los entornos, si no la accesibilidad de la sociedad como consecuencia de un adecuado conocimiento del Autismo y la forma diversa en que se presenta en cada persona y la capacidad que tenga para proveer las oportunidades necesarias y garantizar sus derechos.

Campañas como esta y el aumento incesante de la incidencia del Autismo está haciendo que sea más conocido por la sociedad, sin embargo, todavía sigue existiendo una visión muy parcial de la diversidad que encontramos bajo la condición que conocemos como TEA.  Como recoge el lema de nuestro próximo Congreso Nacional de AETAPI, “AutismoS, entendiendo la diversidad”, a pesar de que el diagnóstico de  Autismo ya no es tan desconocido como lo era hace 15 años, la forma en la que lo entendemos en la actualidad ha ido cambiando de forma incesante. Se incluyen a personas con dificultades menos significativas, un aumento de las personas con TEA sin discapacidad intelectual asociada, de mujeres con TEA con un perfil diferenciado de los hombres, de personas con alguna alteración genética o neurológica conocida, de los diagnósticos de trastornos de Salud Mental asociados, o niños y niñas en riesgo de presentar TEA detectados cuando los síntomas sólo se intuyen, etc…

En estos últimos años, los modelos para ofrecer apoyos e intervención también han ido promoviendo cambios significativos que han tenido un impacto sustancial en nuestro rol como profesionales, adoptando modelos centrados en la persona, modelos de colaboración con la familia, modelos orientados a los entornos naturales y la comunidad, uso y apoyos de las nuevas tecnologías, etc…  A tenor de estos cambios nuestra capacidad como profesionales para sensibilizar, concienciar y capacitar a los diferentes entornos es directa y constante, así como a la sociedad en su conjunto.  Esto es una oportunidad pero también un reto en la forma de entender los apoyos que podemos ofrecer, nuestra relación con el entorno de la persona, y por tanto, la formación que necesitamos.

Dado que la mejor forma de que las personas con TEA y sus familias puedan mejorar su Calidad de Vida, a tenor de las guías de buena práctica, es que cuenten con el apoyo de profesionales especializados, es necesario y crítico que las administraciones, universidades y organizaciones garanticen su formación y especialización, así como su constante reciclaje y formación continuada para adaptarse a la mejor forma (basada en la evidencia) de proveer los mejores apoyos a las personas con TEA.

A pesar de los avances en los últimos años, siguen siendo muchos los retos y las incógnitas que todavía rodean al Autismo por lo que es esencial que se apoye de forma decidida y clara la investigación en Autismo.  Dentro de nuestros objetivos estratégicos en AETAPI está el de poner en valor la investigación que se hace en Autismo en España, pero también seguir evidenciando las carencias y dificultades existentes para desarrollar la investigación que se necesita para mejorar nuestro conocimiento sobre el Autismo y nuestra capacidad para darle respuesta desde todos los ámbitos.